El comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini, aseguró que los 300.000 palestinos que continúan viviendo en el norte de la Franja de Gaza, están condenados a la hambruna debido a que «no entra ayuda humanitaria desde el 23 de enero».
Los niños gazatíes, los más perjudicados. Foto: Reuters
De este modo, dijo que, aunque la organización pretende enviar alimentos y hace llamamientos para eso, la intención es rechazada por las autoridades.
Según Lazzarini, desde el 23 de enero, el organismo que preside y otras agencias de la ONU «han advertido sobre la hambruna que se avecina» en el norte de la Franja, por lo que pidieron «acceso humanitario regular», al tiempo que subrayaron que «se puede evitar la hambruna si se permiten más convoyes de alimentos».
Philippe Lazzarini, comisionado de la UNRWA. Foto: Reuters
Denuncias mundiales
El llamado del funcionario suizoitaliano coincide con otras denuncias, como la realizada por el coordinador humanitario de la ONU para los Territorios Palestinos, Jamie McGoldrick, quien aseguró que «no ha habido ningún suministro significativo de alimentos hacia el norte de Gaza durante dos o tres meses».
McGoldrick adelantó que estaban estudiando con las autoridades israelíes la posibilidad de utilizar un paso militar para acceder a las personas que decidieron no abandonar sus casas a pesar de la ofensiva militar israelí.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el brazo político de Hamás, afirmó que la situación sanitaria en el norte de la Franja de Gaza es «extremadamente desastrosa y no puede describirse».
Sumado a esto, los hospitales de toda la Franja «se quedan sin combustible» y que «pacientes en diálisis y cuidados intensivos están en riesgo de muerte por falta de combustible para generadores, ambulancias y medicamentos».