Un ataque israelí con drones contra Dahiyeh, en las afueras de Beirut (Líbano), mató a uno de los dirigentes más importantes del grupo islámico Hamás, Saleh al-Arouri. El hombre era uno de los fundadores del brazo militar de la agrupación que controla el enclave palestino, las Brigadas Qassam, que realizaron el ataque a Israel el 7 de octubre.
El dron israelí llegó hasta una oficina de Hamás en la ciudad libanesa en un ataque que dejó seis muertos. La noticia fue confirmada por el medio Al-Aqsa del grupo palestino y por tres fuentes de seguridad que conversaron con la agencia de noticias Reuters. El Ejército israelí se negó a responder, alegando que no contesta reportes de medios de prensa extranjeros.
Estados Unidos ofreció durante 2023, 5 millones de dólares por información sobre al-Arouri.
La muerte de al-Arouri aumenta las tensiones entre Israel y el Líbano
El primer ministro provisional de Líbano, Najib Mikati, repudió la explosión como un «nuevo crimen israelí» y planteó que era un intento de arrastrar al Líbano a la guerra.
Un testigo de Reuters en Dahiyeh observó a bomberos y paramédicos reunidos en torno a un edificio de varias plantas con un enorme agujero en lo que parecía ser el tercer piso. Al borde de la ruta podían verse partes de cuerpos desmembrados.
Ataque donde murió Saleh al-Arouri. Foto: Reuters.
Dahiyeh es un bastión del poderoso grupo armado Hezbollah, socio de Hamás. La asociación libanesa intercambió fuego casi a diario con Israel a través de la frontera sur del Líbano desde el estallido de las agresiones entre la agrupación gazatí y el Ejército israelí en octubre.
Los ataques aéreos y los bombardeos israelíes mataron a más de 100 combatientes de Hezbollah y a casi dos docenas de civiles, entre ellos niños, ancianos y varios periodistas, según fuentes del grupo y de seguridad.