Todos los años, con con una arraigada devoción y fe, la Familia Zalazar sirvió este medio día las ofrendas para recordar a sus fieles Difuntos.
La creencia es que la mesa debe permanecer servida para que los Santos Difuntos bajen «del paraíso de Dios» a visitar a sus seres queridos y disfrutar de las ricas comidas, el pan y a observar elementos de trabajo que solían utilizar en vida.
Las ofrendas son artesanalmente elaboradas con masa de pan dulce y salado, ya que luego del amasado, manualmente se les da la forma en que la familia quiere recordar y recibir a sus seres queridos, «que viene de visita especial», cómo expresa el sentimiento de cada familiar al momento de reunirse para organizar la ofrenda religiosa que se manifiesta en muchos hogares Jujeños, y como lo hacen los Zalazar.
Se suma a esto la bebida, los postres, el cigarrillo, las hojas de coca, el «yerbiao» y la tradicional chicha, líquido que se obtiene de la fermentación del maíz, que también puede ser de maní.
Allí estarán hasta el medio día de mañana, es decir del 2 de noviembre, en la casa de calle José de la Iglesia del barrio Cuya, cuando la familia se junte y se reparta en parte iguales, entre todos, las riquísimas ofrendas, postres y bebidas servidas, previo rezo del «rosario» para despedir a quines fueron mamá y papá, abuelos, hermanos, tías y tíos como a Doña Elsa Choquevilca y a Don Claudio Zalazar a los hijos de ambos, que también fallecieron Raúl, Irma y Laura, a los primos Pablo y Diego Zalazar y demás familiares que dejaron este mundo
Luego compartirán un almuerzo familiar, gustosos de haber cumplido con una costumbre ancestral, religiosamente muy respetada por la iglesia católica .