Por Mónica del Río

En 2022 se distribuyeron alrededor de 600 mil “píldoras del día después” que tienen potencial efecto abortivo y se registraron cerca de 100 mil abortos en los centros de salud pública. ¿Cuáles son los niveles de subregistro? ¿Cuántos abortos se hacen a través de las obras sociales y prepagas? ¿A qué cantidad de argentinos por nacer se asesina cada año?

El Nuevo Orden Mundial nos toma examen y sacamos un 10 felicitado. “La Argentina es referencia mundial en la adopción de los ODS. La Agenda 2030 constituye hoy para el país una política de Estado” (Informe País, prólogo de Claudia Mojica, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Argentina).
“Acceso a la interrupción legal del embarazo”

Entre las “intervenciones orientadas a las metas” se subraya que el Gobierno nacional distribuyó “90.900 tratamientos para la interrupción del embarazo durante el año 2022”.

“Se realiza la distribución de misoprostol y mifepristona en los efectores de salud que garantizan la práctica. En 2022, se inició la distribución del tratamiento combinado de mifepristona y misoprostol (COMBIPACK) a través del programa REMEDIAR, a los programas provinciales de salud sexual y reproductiva” y a los centros de salud pública de todo el país.

A esa cantidad de abortivos hay que añadir los que compran directamente las jurisdicciones.

“En marzo de 2023, mediante la Disposición Nº 1.470/2023, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó la comercialización de la especialidad medicinal denominada mifepristona, con venta en farmacias, para uso en los tres subsistemas de salud (público, obras sociales y prepagas)”.

“El laboratorio público LIF de Santa Fe se encuentra en proceso de desarrollo de la producción pública de mifepristona y en el año 2022 el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires firmó un convenio con la Universidad Nacional de La Plata para su producción”.

Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Plan ENIA)

Desde los 13 años, se puede acceder en forma autónoma a todos los métodos anticonceptivos reversibles, “sin necesidad de acompañamiento o autorización de una persona adulta”. Y, a partir de los 16, a la ligadura tubaria y vasectomía.

El suministro de anticonceptivos a los adolescentes se complementa, tal como describe el Informe, con la Educación Sexual Integral y Asesorías en las Escuelas y Espacios Socioeducativos. “Las asesorías tienen un rol central en la orientación y acceso a métodos anticonceptivos y la práctica de ILE – IVE”.

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