Los países de la Unión Europea acordaron una senda a seguir para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2)en los vehículos pesados. En un proceso gradual, se espera que las mismas culminen, en los próximos 17 años, un gran recorte que favorezca al medio ambiente.
La postura pactada por los Estados participantes de la UE consiste en una reducción de las emisiones medias del 45% para los nuevos vehículos en 2030, un 65% en 2035 y un 90% en 2040, por lo que la entidad aseguró en un comunicado que «los ciudadanos merecen vivir en un entorno más verde y saludable, y ahora estamos un paso más cerca de este objetivo».
Los Estados miembros de la Unión Europea, en la lucha conjunta para disminuir la contaminación. Foto: Reuters.
Según Bruselas, los camiones y autobuses de larga distancia causan casi un 25% de las emisiones de CO2 en las rutas europeas. Por lo que la iniciativa sería un gran avance para la Unión Europa, ya que, además garantiza la competitividad de la industria, al «aclarar el camino para nuevas inversiones», según la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.
Trato especial a ciertos vehículos
Los 27 países que forman la organización introducen cierta flexibilidad en la implementación de la política para los pequeños fabricantes, como aquellos vehículos que se utilizan en minería o agricultura. También proponen conceder más libertades a los camiones de las fuerzas armadas, servicios de bomberos, protección civil, orden público, atención médica y vehículos vocacionales como camiones de basura.
Respecto a los colectivos, la Unión Europea dispuso un tratamiento especial en el que se les exigirá un objetivo de emisión cero para el 100% de la flota de ese tipo de autobuses urbanos en 2035, sumado a un objetivo intermedio en 2030, del 85%.
Igualmente, se añadieron una serie de cláusulas de revisión para los colectivos, en las que se consideran las inversiones nacionales ya realizadas y posibles limitaciones debido a las condiciones meteorológicas específicas en cada uno de los países miembros.