El Santuario de Itatí es reconocido como uno de los santuarios más importantes de América. Cada año, alrededor de 2,5 millones de fieles, tanto de Argentina como de otros países sudamericanos, se dirigen a la imponente Basílica para expresar su devoción y amor.
La imagen de la Virgen de Itatí recibió su corona el 16 de julio de 1900, en una ceremonia llevada a cabo en el atrio de la Iglesia de la Cruz de los Milagros. Para esta ocasión, la imagen fue transportada desde Itatí hasta la ciudad de Corrientes a través del río Paraná, y específicamente al santuario de la Cruz de los Milagros.
En aquel entonces, Corrientes formaba parte de la diócesis de Paraná, por lo que el obispo Rosendo de la Lastra y Gordillo fue el encargado de los trámites en Roma. El Papa de ese momento, León XIII, autorizó la coronación y bendijo la corona un año antes, durante el Concilio Latinoamericano en 1899.
Esta ceremonia recibió el título de “Coronación pontificia” debido a la autorización y bendición del Sumo Pontífice, el Papa León XIII. Es importante destacar que el culto a la imagen de la Virgen de Itatí se centra en la persona de la Virgen María, y la coronación es un reconocimiento a sus virtudes como Madre de Dios y Madre de la Iglesia.
Con la coronación, sus devotos se comprometen a amarla, imitar sus virtudes y acudir a su mediación maternal.