Vengo
desde la urdimbre de la tierra
a tejer espacios infinitos.
Soy
el árbol que sostiene
el fruto y las semillas de mis hijos.
Savia nutricia corre por mis venas
atomizada me multiplico
para tocar la luz de la conciencia
rompiendo la ignorancia del cilicio.
Tejo con palabras e ilusiones
las poesías enredadas
en los colores de mi ovillo.
Tela sagrada es la trama de la vida,
entretejida con los seres vivos.
Y evocando la voz del indio, digo:
“Nosotros no somos dueños de la tela
apenas somos un hilo”
Silvina San Martín: Docente, escritora y poeta Jujeña