El ministro de Economía definió que gas, luz y combustibles suban por debajo del 2% para enero, con la intención de que el IPC perfore ese piso lo más rápido posible. El sendero de incrementos y la próxima fase del plan económico.
El Gobierno apunta todos los cañones a apuntalar desde el comienzo de 2025 la desaceleración de la inflación. Es en ese marco que el ministro de Economía, Luis Caputo, definió aumentos en las tarifas de servicios públicos y combustibles por debajo del 2% para enero, un piso para la nominalidad que el Gobierno espera perforar para avanzar lo más rápido posible en la siguiente fase de su plan económico.
En los despachos del Palacio de Hacienda destacan los resultados de la corrección de precios relativos y quita de subsidios que se llevó a cabo durante el año que termina, después del congelamiento que impuso la gestión anterior. Ese proceso además se combinó con un proceso sostenido de desinflación y la posibilidad de mantener altos niveles de aprobación en las encuestas.
anticipó que en enero las tarifas de luz aumentarán 1,6% y 1,8% las de gas natural por decisión del Ministerio de Economía. El fin de semana YPF informó que este viernes la nafta y el gasoil aumentarán 1,75% promedio en todo el país gracias a una continuidad en el congelamiento del impuesto a los combustibles. El Palacio de Hacienda también habilitó una suba del 1% en las boletas de AySA, cuando la fórmula de actualización que utiliza desde junio la empresa estatal que el incremento debía ser del 3% para el primer mes del 2025. La idea en el Gobierno es que los incrementos se mantengan en esa pauta al menos durante el verano o que incluso sean más bajos.
Caputo espera dar una señal en línea con los objetivos del Gobierno de llevar la variación mensual del IPC, que pasó del 25,5% de diciembre al 2,4% de noviembre (último dato disponible), a un nivel que permita al Banco Central de la República Argentina (BCRA) recortar el ritmo de crawling peg al 1% mensual. El proceso de llevar la inflación a esos niveles, hasta que eventualmente sea cero, es una de las condiciones principales que se puso el Gobierno para salir del cepo cambiario en 2025 y comenzar un esquema de competencia de monedas.