En el Día Mundial del VIH, expertos consultados por Infobae precisaron las mejores estrategias para frenar el aumento de casos anuales, y anunciaron eventos para detectar casos y concientizar a la población.
Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del SIDA, un momento crucial para generar conciencia sobre la importancia y los avances en el en tratamiento para el VIH, que continúan transformando la vida de millones de personas en todo el mundo.
Desde el descubrimiento del virus en 1984, los avances científicos han revolucionado el manejo del VIH, mejorando significativamente la calidad de vida de las personas. Es por eso que mediante tres claves importantes, los expertos en el tema aseguran que se puede controlar la enfermedad gracias a los nuevos tratamientos, frenar los aumentos y prevenir futuras infecciones.
El VIH es el virus de la inmunodeficiencia humana. Produce una infección del sistema inmunológico, frecuentemente asintomática durante la primera fase, y puede durar meses o años sin manifestarse clínicamente. El SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida) es la forma en que se expresa el estadio avanzado de la infección por el VIH, cuando ya existen manifestaciones clínicas significativas y enfermedad. En general, transcurren años antes de su aparición.
Los avances significativos contra esta terrible enfermedad que tomó notoriedad en la década de los 80 comenzaron en 1995 cuando por primera vez el VIH pudo ser controlado con varias pastillas diarias, logrando reducir las cargas virales a niveles no detectables. Para 1997, se introdujo el primer tratamiento de una sola dosis diaria, que, junto a otro medicamento de doble dosis, disminuyó la ingesta de 25 pastillas a solo 5 al día. En 2005 se avanzó con drogas con nuevos mecanismos de acción para frenar la reproducción del virus.
Hoy en día, el tratamiento del VIH permite a las personas mantener una carga viral indetectable, mejorando así su calidad de vida y reduciendo la transmisión del virus. En 2023, según Naciones Unidas, de los 39,9 millones de personas que fueron diagnosticadas con VIH, el 77% recibía tratamiento antirretroviral (TAR), marcando un avance notable desde 2010, cuando solo 7,7 millones de personas accedían a esta terapia.