A pocos días de la celebración tradicional, comerciantes detallaron qué elementos son clave y cuánto se gasta.

Como cada 1° de agosto, en Jujuy se vive uno de los rituales más importantes del calendario ancestral: la ofrenda a la Pachamama. 

A pocos días de la celebración, muchas familias ya se están preparando y, como siempre, Canal 7 hizo un relevamiento de precios para que todos se anticipen a realizar las compras.

  • Bolsa de Sahumerios: se consigue desde $3.000 a $12.000. Este último contiene variedad de inciensos, copal que prometen la obtención de trabajo, salud, dinero, suerte, amor, entre otros.
  • Incienso: entre $500 y $1.200, según la cantidad y presentación.
  • Ollas de la abundacia que se puede obsequiar: $3.500 
  • Hoja de coca: desde $1.000 el paquete chico.
  • Caña con ruda: entre $2.500
  • Bebida singani: $2.000
  • Botella de alcohol: $1.000
  • Mote blanco: $3.000 el kilo
  • Mote amarillo: $2.500 el kilo  
  • Chuño: $5.000 el kilo
  • Maíz pelado: $5000 el kilo
  • Quinoa: $6.000

Confirmaron asueto administrativo y escolar para el 1° de agosto por la celebración de la Pachamama


El Gobierno provincial confirmó  que el 1° de agosto regirá el asueto administrativo y escolar en todos sus niveles, al celebrarse el día de la Pachamama como cada año.

La ceremonia a la Pachamama constituye un ritual de origen ancestral que forma parte de un sistema de reciprocidad entre el mundo material y el plano espiritual.

Es política del Gobierno de la Provincia vigorizar el rescate de la cultura indígena, acompañando el camino de la reafirmación de la interculturalidad y la promoción de sus prácticas que se traduzcan en la conservación del paisaje, el suelo, los ritos, las señas y los secretos de crianza.

Jujuy es la capital de la Pachamama

La Pachamama, o Madre Tierra, es una deidad venerada por ser generadora de la vida, símbolo de fecundidad por su capacidad para producir, bendecir y engendrar plantas, animales, alimentos y otros medios de subsistencia del ser humano. Es adorada por los descendientes de los pueblos originarios que habitan territorios desde mucho antes que existieran las fronteras actuales. De hecho, los orígenes de este culto se remontan a la época preincaica, es decir, antes de que la región fuera anexada al Tawantinsuyu o Imperio Inca.

Ofrendas y ceremonia

La ofrenda es una manera simbólica en la cual los hombres y las mujeres devuelven a la Pachamama lo que ha tomado de ella, con el fin de restablecer la reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza. Así, además de devolver algo de lo que nos ha dado y agradecerle por ello, a la Madre Tierra se le pide por nuestros deseos más profundos acerca de la vida, lo que queremos lograr y lo que queremos para nuestros seres queridos. Porque esta deidad va más allá del planeta Tierra: “Pacha” en aimara y quechua significa también mundo, universo.

Las ceremonias son básicamente de dos tipos, en los hogares, con ofrendas particulares y familiares, y en comunidad, donde la ceremonia es liderada por sacerdotes andinos o las personas ancianas de la comunidad.

En las casas, la ceremonia comienza bien temprano con el sahumado, que es la “limpieza” de las habitaciones. A primera hora, se agradece pide perdón a la Pachamama en un rezo comunitario: se recolecta la basura de las esquinas, se la coloca en una pala con brasas y se le agregan plantas de la zona. La tradición dice que debe usarse la hierba muña muña, aunque también se utiliza incienso, mirra y sándalo. Y se debe sahumar tanto el hogar como los negocios, el espacio de trabajo e incluso a las personas más cercanas en los afectos, para sacar las malas energías y comenzar un nuevo ciclo.

Luego llega la “corpachada”, en la que se depositan ofrendas en un hoyo cavado en la tierra, como manera de darle de comer y beber a la Madre Tierra. Se celebra en agosto porque es el tiempo previo a roturar la tierra, para luego poder sembrarla. En la “corpachada” se colocan en ese hoyo en la tierra un acullico (hojas de coca mascadas), o solo la coca, la llicta (masa hecha con papas hervidas, de color gris oscuro por las cenizas de algunas plantas), tabaco y bebidas alcohólicas como chicha; bocados de tistincha (guiso preparado con corderito o llama), locro, humita y papines. También se sirve caña quemada -o ginebra- con ruda macho macerada en la bebida espirituosa. Así a la tierra se le da de comer, de beber y de fumar. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *