El campeón del mundo con la Selección Argentina selló la remontada de su equipo, diezmado ante las ausencias de Neymar y Mbappé, entre otros.
A veces puede parece que no, pero Lionel Messi siempre está. La ‘Pulga’, sin ser descollante, administrando esfuerzos y ubicándose en el tiempo-espacio correctos, apareció este sábado para rescatar una vez más al París Saint-Germain: un zurdazo con rosca marca registrada le permitió remontar el resultado ante Toulouse, para mantener -de mínima- la distancia de cinco puntos sobre su escolta Olympique de Marsella (juega este domingo vs Niza).
Parecía más fácil la misión para el PSG, que a diez días de encarar la parte principal de la temporada cuenta con su dotación de estrellas reducida. Teniendo en cuenta que la Champions League es el sueño que desvela al conjunto parisino desde hace una década, quizás el desafío más importante para Christophe Galtier ante Toulouse era empezar a diagramar una estructura ofensiva sin Kylian Mbappé, pensando en el primer encuentro frente al Bayern Munich que se disputará el 14 de febrero en el Parque de los Príncipes.
El goleador del Mundial de Qatar sufrió una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda el miércoles, en la victoria 3 a 1 frente a Montpellier (antes había fallado un penal que había ejecutado sin éxito dos veces), y no podrá jugar durante tres semanas. El sábado también faltarán (aunque sus tiempos de recuperación se presumen más breves) el brasileño Neymar y el español Sergio Ramos, ambos con molestias en sus aductores. El bastonero, entonces, era Lionel Messi.
El rival en el Parque de los Príncipes no parecía demasiado exigente, ya que llegaba 12° en la tabla, a 22 puntos de la cima y a 11 de los puestos que otorgan clasificación para la próxima temporada de competiciones europeas, aunque había salido victorioso en sus últimas tres presentaciones (dos por la Ligue 1 y la restante por la Copa de Francia).
Y la historia empezó más que torcida para los parisinos. Un tiro libre bárbaro del neerlandés Branco van den Boomen, engañó al arquero Gianluigi Donnarumma y colocó la pelota contra el palo que él debería custodiar. Para colmo de males, el portugués Renato Sanches salió -también lesionado- en ese arranque del encuentro.
A Messi le costaba encontrar un socio. Carlos Soler alterna con matices, Vitinha parece estar a otro ritmo y Hugo Ekitike -con sus 20 años como carta de presentación- aporta frescura pero se pierde en defensas cerradas.
Y ahí es donde aparece la famosa jerarquía, este sábado personificada en el marroquí Achraf Hakimi, que desde el lateral derecho intentó comandar la ofensiva del PSG. La principal figura de una Selección africana que hizo historia en Qatar 2022 fue el que pudo destrabar el cerrojo del Toulouse.
Primero para empatarlo, con una corrida de derecha hacia el centro que terminó con un zurdazo espectacular que se metió contra el palo más lejano del arquero francés Maxime Dupé. Iban 38 minutos del primer tiempo y, un ratito antes, Messi había levantado al público cuando casi convierte un gol olímpico, pero el palo devolvió su córner cerrado.
Y en el complemento, cuando la incertidumbre empezaba a apoderarse de los locales, otra vez Hakimi fue desde afuera hacia dentro -esta vez en ángulo invertido- hasta que gambeteando rivales le quedó servida, de frente, a Messi. Y el campeón del mundo hizo lo que mejor sabe hacer: finalizar.
Con apenas un paso armó el remate y descargó la zurda, con rosca, para clavarla lejos del alcance del arquero visitante. Las cosas estaban en su lugar para el PSG con el décimo tanto de la ‘Pulga’ en la actual Ligue 1. También tiene diez asistencias. Además llegó a 796 goles en su carrera, 698 en clubes y 490 en encuentros ligueros.
En el cierre pudo haber llegado la frutilla del postre cuando el rosarino, de 35 años, arrancó a campo traviesa a puro amague, hizo chocar dos rivales y ‘cortó’ la pelota cruzada engañando a Dupé, pero el palo derecho se lo negó.
El encuentro de este sábado frente a Toulouse era importante para Galtier y los suyos, porque se trata apenas de una estación en un ruta muy congestionada para el PSG: disputará siete partidos en 21 días. Antes del choque tan mentado ante el Bayern, deberá enfrentar a Olympique de Marsella el miércoles por los octavos de final de la Copa de Francia y a Mónaco por la Ligue 1 el sábado próximo.
Fuente: Clarín